Kristy Hagan tuvo un duro camino con la adicción. Pasó tiempo en la cárcel, los servicios de protección de menores le quitaron a sus hijos y, en un momento dado, se encontró sin vivienda con su hija en Nueva York.
"Mi adicción me llevó a lugares terribles", cuenta Hagan al Morning Chalk Up.
Ahora, sin embargo, lleva más de 10 años sobria y es la propietaria de Neuse River CrossFit en Raleigh, Carolina del Norte. Y lo que es más importante, Hagan quiere retribuir. Por eso, cuando vio que una organización sin ánimo de lucro llamada The Phoenix ofrecía CrossFit gratis para cualquier persona en recuperación de adicciones, supo que tenía que ofrecer un programa como ése en su gimnasio.
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